lunes, 21 de diciembre de 2009

martes, 1 de diciembre de 2009

Concurso "Cuentos de Navidad"

La Mula y el Buey
Érase una vez una pequeña mula que vivía en Jerusalén. Un día se perdió pero vio una pequeña casita que estaba llena de nieve donde durmió unos pocos días. Allí se encontró con un buey, jugaban juntos en la nieve. Un día, mientras jugaban cerca de Belén, vieron a un bebé en un pesebre con un señor y una señora muy guapa. Se acercaron a verles. El señor y la señora se quedaron una noche. Unos reyes llegaron en camellos con oro, incienso y mirra y después se fueron. La mula y el buey se dieron cuenta que el niño muy frío y decidieron darle calor para que pudiera vivir bien. Después vinieron unos pastorcitos que tocaron la flauta y eran muy simpáticos. También le dieron lana para que se calentara.
Avisaron a todo el mundo que había nacido El Salvador. Años más tarde, el buey enfermó y su amiga la mula no sabía que hacer. El niño pequeño creció, ya era un hombre. Iba por los pueblos y la gente se le acercaba porque contaba cosas maravillosas. Un día fue a Belén. La mula también se había acercadoa conocer a ese hombre. La mula no le reconoció pero Jesús sí. Se acercó a la mula y sin decir nada a la mula. Jesús le dijo:
- Tu que me diste calor, haré todo lo que quieras por ti.
La mula le dijo: - El buey está enfermo
Jesús volvió al pesebre que ahora era casa de la mula y el buey y curó al buey

Juan Veci Lavín

Los Reyes que no se conocían
Érase una vez tres Reyes Magos que no se conocían, pero a quienes Dios les dio la misma misión. Los Reyes se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar. Los tres iban por el desierto pero estaban muy lejos los unos de los otros.
Melchor estaba muerto de sed. Cogió su botella de agua y… ¡No tenía ni una gota! Se desmayó de sed y del susto, cayó al suelo y su camello se fue corriendo y lo abandonó. Mientras tanto, en el otro lado del desierto, Gaspar iba con su camello. Después de unos cincuenta y cinco minutos se encontró a Melchor y pensó que estaba muerto y como no lo conocía, se fue tranquilo, pero Dios lo llamó y le dijo que le ayudara. Gaspar se bajó del camello y puso a Melchor encima. Continuó su misión y después de un rato Melchor se despertó, notaba que se movía. Despacio, abrió los ojos y se pegó un susto tremendo al ver a Gaspar. Gaspar también se asustó porque pensaba que estaba muerto. Melchor se presentó y pidió agua. Gaspar cogió la botella y se la dio. Baltasar iba por el desierto y oyó voces. Se escondió detrás de una roca y los observó. Salió y preguntó quienes eran.
-Yo Melchor.
-Yo Gaspar.
-Pues yo Baltasar.
Hablaron de sus ilusiones y los tres coincidieron.-¡Tenemos la misma misión! Dijeron los tres a la vez. Entonces una luz salió del cielo y esa luz era Dios. Dios les dijo que tenían otra misión más que habían hecho a la vez. Los tres preguntaron a Dios cual era. Dios les dijo que su otra misión era conocerse. Y la primera como todos sabemos era la de hacer felices a todos los niños del mundo año tras año repartiendo juguetes y felicidad y también a los padres. Los Reyes Magos dieron gracias a Dios y Dios sonrió muy contento viendo a su gran familia.
Y colorín colorado las Navidades han empezado.
Jacobo Lasheras González
Laure y Zalín descubren la Navidad
Cuenta la historia que un hermoso reinado, había una humilde y bonita aldea, en la cual vivían dos niños llamados Laure y Zalín, junto a su padre y a su madre en una humilde casita.
Tenían que trabajar mucho porque no tenían dinero, ni siquiera para poder comer, pero su felicidad era tal que traspasaba los corazones de aquellos que los conocían.
En lo alto de la colina se encontraba un hermoso castillo en el que vivían los reyes con su hijo, el príncipe Max, que era un niño consentido y egoísta.
Una mañana fría de 24 de diciembre los papás de Laure y Zalín decidieron subir a palacio para intentar que los reyes le proporcionasen alimentos y leña para su familia.
En vista de la negativa de los avariciosos reyes decidieron enviar a sus hijos, para ver si de esta forma conseguían ablandar el corazón de estos.
Laure y Zalín, muertos de frío y hambre llamaron a la puerta de aquel lujoso palacio lleno de luces, árboles de navidad y regalos. Tras dar varios golpes a la majestuosa puerta, que precedía al palacio, un niño de pelo rubio, suaves rizos y pálida tez preguntó : - ¿Qué puedo ofreceros mugrientos plebeyos? A lo cual los niños respondieron con una sonrisa. “ Nos envían nuestros papás, porque no tenemos comida y leña para calentarnos “. El engreído y maleducado príncipe se quedó sorprendido al ver que los niños respondían con una alegre sonrisa, aún habiéndoles atendido con esa soberbia impropia de un niño de su edad.” No creo que mis padres los reyes deseen ayudaros “, contestó.
Laure y Zalín absortos por aquella respuesta y congelados por aquel terrible frío, se sentaron a esperar el amanecer. A la mañana siguiente, los preocupados padres acudieron en busca de sus hijos con la incertidumbre de si les hubiera pasado algo. Al llegar a la puerta del palacio vieron marcas en la nieve con la apariencia de que sus niños hubieran estado en el lugar, pero no estaban. Asustados por haber enviado a sus hijos solos con el gran frío, decidieron llamar a la puerta. Uno de los criados de rey abrió, y con voz suave les preguntó:
-¿En qué puedo ayudarlos?
Verá señor, estamos buscando a nuestros hijos, se llaman “ Laure y Zalín “ y vinieron anoche en busca de ayuda para la familia.
El criado abrió por completo la puerta ante la atenta mirada de aquellos pobres padres. “Pasen por favor “, respondió el criado.
Asombrados por la atención de aquel hombre entraron , mientras por la gran escalinata descendía como un ángel , la reina , “ buenos días “ exclamó la reina.
¿ Qué se les ofrece ?
“Estamos buscando a nuestros hijos pequeños que acudieron a su reino en busca de ayuda en medio de la noche”.
Muy bien, suban por favor, contestó la reina. Asombrados con tanta majestuosidad, subieron la escalera y después de recorrer varios pasillos largos y lujosos, llegaron a un enorme habitación. Al asomarse descubrieron a sus hijos tumbados durmiendo como auténticos angelitos. Asombrados con tanta amabilidad preguntaron a la reina por que les trataba tan bien, a lo cual la reina respondió…
Esto es en agradecimiento a la bondad y alegría que desprenden sus hijos.
Ángel Castanedo Lanza

lunes, 30 de noviembre de 2009

lunes, 23 de noviembre de 2009

lunes, 9 de noviembre de 2009

Reto sobre Pitágoras


Desde aquí, quiero felicitar a los alumnos que realizan los retos con regularidad por su constancia y tenacidad. El corcho de 3º y el principal de Primaria están preciosos y seguro que estáis aprendiendo muchas cosas nuevas como nosotros lo estamos haciendo gracias a vosotros. ¡Enhorabuena!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Proyectos

David ha realizado su primer proyecto sobre el tenis y Rafael Nadal. ¡Felicidades!

Reto los sentidos: Los sabores













lunes, 19 de octubre de 2009

martes, 13 de octubre de 2009

lunes, 5 de octubre de 2009

Reto sobre la numeración arábica





Enhorabuena a todos por tan magníficos trabajos